AGUARDANDO

Comenzaré a archivar las dudas, por si acaso...

lunes, 26 de mayo de 2008

UN HOMBRE SOLO, UNA MUJER

"un hombre solo, una mujer, así tomados de uno en uno son como polvo, no son nada..." Para la luchadora por derechos colectivos, defensora de etnias y de restos grupales, ¿qué es la soledad del individuo, su llanto solo, su barco desdichado bogando a la deriva?

"Pero tú siempre acuérdate de lo que un ía yo escribí pensando en tí, como ahora pienso..."

...Como ahora pienso, como pensaba ayer y pensaré mañana. Un hombre solo, na mujer, no serán como polvo, no serán una Nada perdida en el espacio. Un Hombre solo, na Mujer, cuando se mueven slos, cuando no pertenecen al culto de una iglesia ni participan de un rito colectivo, cuando no son los explotados de una empresa, cuando su lucha sola se queda sin testigos...

Un Hombre solo, una Mujer cuando se mueven solos no son desarraigados ni son seres extintos.
Tal vez equivocados, ilusorios, se dejan ver del brazo de la vida sin insignias, sin marcas, sin doctrinas junto a la impávida ley de su autarquía y, sin quererlo, acaso, se integran en un gremio selectivo.

El Gremio de los Solos es una sociedad sin decadencia que no paga tributos al estado ni recibe beneficios ni prebendas ni se mueve por un motivo interesado. Pertenecen a un Tu/Yo deliberado y se ofrecen de forma gratuita, carecen de estatutos, sus leyes son dictadas por la prisa y su mundo de acción es ilimitado.

Un Hombre solo, una Mujer no serán sólo polvo, sólo larva. Sn parte de un delirio colectivo y parte irremediable de la vida, el ademán aislado que inspira el movimiento, la partícula de átomo que fija el engranaje.

Por qué al pensar en tí elijo estas palabras y no aquéllas que glosan tu lucha comunera, o aquéllas actitudes personales que más atraen de tí, es algo que seguro no compartes, pero afirmo, aunque discrepes de ello con vehemencia, que perteneces al gremio de los Solos por mucho que no quieras, porque sólo te ofreces en la anónima compañía del tumulto, y potencias la entrega cuando el fin es común y el bien acumulado.

Aquéllos conciliados en guerras de guerrillas, desconocen el favor de dar a otros un poco de su miedo, pues solo saben darse en avalancha. Olvidan compartir cuando el dolor es opresivo, y ofrecerse al amigo sin reservas de ciego y sucumbir llorando ante un clamor inédito que acorrala su fe y lo deja para siempre malherido...

Al ser que se enretiene y se despista ignorando su admisión al gremio de los Solos, tenemos el deber de recordarles que un hombre solo, una Mujer sola. no serán sólo polvo, no serán sólo larva, y decirles, cuando la duda se argumente represiva:, confía en mí, ven, no temas nada pues no te quiero mal. Te tengo sólo bajo el punto de mira de mi alma... Pero a pesar de todo,
"Nunca te entregues ni apartes junto al camino, no digas no puedo más y aquí me quedo, aquí me quedo..."

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