Era una noche distinta, extraña, diferente, aunque parecida a otras en su fisonomía. Desde aquélla primera locura habían pasado muchas cosas,muchas noches, pero nada reseñable, nada fuera de lo común y anodino, de lo vulgar y simple de toda su vida, tanto que había llegado a pensar su relój se había detenido, que el tiempo se había estancado. Tan igual era todo que hasta la temperatura tenía la misma calidad en el ambiente, la humedad, la temperatura. El cielo era también estrellado, una noche sin luna, y el mismo brillo en las luces de la calle; los mismos pequeños ruidos, los roces insifnificantes, los gatos en las alcantarillas, y un leve roce del aire que se levanta de pronto y refresca la piel insatisfecha siempre, de aire y de todo lo que es posible añorar y desear...
...Elevó la vista hasta la altura inmensa del cielo cóncavo y sembrado de siluetas brillantes, y se sintió pequeña hasta la enormidad, insignificante y nula... Y entonces fue cuando lo vio, mayestático y hermoso ante la nebulosa de su estela plateada.
Sintió muchas cosas nuevas en aquéllos momentos. Por ejemplo, la soledad tan tremenda no la aplastó contra nada, dejó de sentir aquél vacío que le venía doliendo en un lugar que no era capaz de reconocer, no le importó su pequeñez absoluta, no lamentó sus errores o dejó de darles importancia... Era una Nada enorme perdida en una enorme soledad desértica, pero era su hábitat, el único lugar reconocible y amable, la única tierra y todo su valor...
Maravillada por estar asistiendo al espectáculo alucinante de aquélla aparición que nunca más volvería a producirse mientras viviera, seguía sintiendo algo indescriptible en su interior, como si de pronto se reconociera en una edad lejana cuando no conocía otro sentimiento que el de la felicidad; cuando aún se sabía una romántica incorregible; cuando aún era rebelde y subversiva, y guerreaba en las calles, y portaba estandartes y gritaba consignas porque sabía que vivían en un mundo imperfecto y aún era posible soñar con hacer otro maravilloso... ¿Quién no lo ha soñado alguna vez, quién no lo ha deseado?
...Y comenzó a elevarse sin despegar los pies del suelo, hasta alcanzar al cometa, que la esperaba solo en las alturas...
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